Mi reflexion sobre Obama:
Mañana asume con todo boato el “exotico bronceado” como lo calificaron los compinches de Busch (Aznar y Berlusconi).
No les falta razón. Lo de “bronceado” parece que va porque se parece más bien a un blanco bronceado, que a un negro. Lo de exótico, va por el mismo camino. No deja de ser exótico que los blancos (no lo que votan, sino los que mandan) lo hayan elegido como su futuro portavoz.
Ya me lo imagino: largando un discurso de esos moralistas, al estilo JFK. Recibiendo largos aplausos, gritos, loas, genuflexiones varias y hasta lágrimas de emoción. Mirando de frente en su tribuna, con aplomo y elegancia.
A mi gusta mirar lo que está detrás. Seguramente veremos a serios blanquitos enfundados en carisimos trajes y glamurosos vestidos, observando satisfechos algo que ellos no hacen: ni genuflexiones, ni gritos, ni lágrimas. Son lo que mandan, los dueños del circo.
El bisnis es el bisnis.
Tambien me imagino al Principe de Salinas, discreto, en la sombra, pensando:
“Todo cambia, para que todo siga igual...”
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